Con la diplomacia y la elegancia que le caracteriza y después de dar buena cuenta del Hércules, Pep Guardiola confesó que era "un honor haber igualado las 15 victorias seguidas de un equipo tan impresionante como fue el Real Madrid de Di Stéfano". Dentro de algunos años, probablemente décadas, algún técnico hablará de heroicidad al igualar o superar los números del actual Barça. Fácil no lo tendrán. En apenas dos años y medio, desde su presentación el 17 de junio de 2008, el 'PepTeam' ha engullido cuantos registros se le han puesto por delante, a nivel individual y colectivo. El sábado, ante el Atleti en la Liga, puede superar a los blancos. Una colección interminable. Este equipo está escribiendo una página única en la enciclopedia del fútbol. Es el mejor de la historia.
Pep y sus jugadores han exprimido al máximo estas dos temporadas y media. Hay dos cifras que llaman poderosamente la atención. La primera, haber conquistado ocho títulos de los 10 posibles. La segunda, sumar seis en un año natural, el 2009, el único club del mundo capaz de lograr proeza semejante. Es lo que tiene contar con los tres finalistas del último Balón de Oro (Messi, Xavi e Iniesta) -el segundo club del mundo en lograr un pleno tras el Milan- y un repertorio de cracks tan inigualable como insaciable. El vértigo ofensivo de este Barça, con 28 partidos seguidos sin perder esta temporada, es brutal.
El Real Madrid de los años sesenta, de Di Stéfano y de las copas de Europa, aquel en blanco y negro, a este paso dejará pronto de ser una referencia. Si no lo ha dejado de ser ya. El Barça le está arrebatando muchos récords, como aquellos que los merengues establecieron a finales de siglo XX y principios del XXI. El Madrid es hoy una institución desmejorada.
El de triunfos seguidos (15) puede caer esta próxima jornada, la 22. La de victorias seguidas fuera de casa en Liga lo hizo la pasada jornada. El Barça suma ya diez. No ha cedido un solo punto lejos del Estadi. Precisamente, la derrota ante el Hércules y el empate frente al Mallorca, ambos en el Camp Nou, es el único botín que se ha dejado por el camino. Y con una segunda vuelta por delante, las 13 totales serán también historia muy pronto.
Hay otros dígitos majestuosos, como los 99 puntos logrados la Liga pasada. "Una puta barbaridad", como expresó el propio Guardiola. Los 92 puntos logrados por el Madrid de la Liga 1996-1997, aquel que dirigía Fabio Capello, ya son pasado. También es inservible la plusmarca de puntos en la primera vuelta establecido por los blancos en 1961. O aquel que iguala las 31 victorias totales de la campaña 2009-10 que los dos 'grandes' comparten. Y el de goles. Los 107 pueden acabar siendo pocos
Pero si como equipo es una máquina de triturar, los jugadores están logrando a nivel individual cantidades que ni se imaginaban. Messi se está ventilando el catálogo establecido por maestros como Cruyff, Pelé o el propio Di Stéfano. Es probable que exista un antes y un después del canterano azulgrana. Seguro. Xavi, por si acaso, ya se ha apropiado de la plusmarca de partidos con el Barça. Con Pep en el banquillo, otros jugadores han explotado. Pedro, con 42 goles en 101 partidos, es un ejemplo. Iniesta también, Alves...
Fuente:www.fcbarcelona.com
Pep y sus jugadores han exprimido al máximo estas dos temporadas y media. Hay dos cifras que llaman poderosamente la atención. La primera, haber conquistado ocho títulos de los 10 posibles. La segunda, sumar seis en un año natural, el 2009, el único club del mundo capaz de lograr proeza semejante. Es lo que tiene contar con los tres finalistas del último Balón de Oro (Messi, Xavi e Iniesta) -el segundo club del mundo en lograr un pleno tras el Milan- y un repertorio de cracks tan inigualable como insaciable. El vértigo ofensivo de este Barça, con 28 partidos seguidos sin perder esta temporada, es brutal.El Real Madrid de los años sesenta, de Di Stéfano y de las copas de Europa, aquel en blanco y negro, a este paso dejará pronto de ser una referencia. Si no lo ha dejado de ser ya. El Barça le está arrebatando muchos récords, como aquellos que los merengues establecieron a finales de siglo XX y principios del XXI. El Madrid es hoy una institución desmejorada.
El de triunfos seguidos (15) puede caer esta próxima jornada, la 22. La de victorias seguidas fuera de casa en Liga lo hizo la pasada jornada. El Barça suma ya diez. No ha cedido un solo punto lejos del Estadi. Precisamente, la derrota ante el Hércules y el empate frente al Mallorca, ambos en el Camp Nou, es el único botín que se ha dejado por el camino. Y con una segunda vuelta por delante, las 13 totales serán también historia muy pronto.
Hay otros dígitos majestuosos, como los 99 puntos logrados la Liga pasada. "Una puta barbaridad", como expresó el propio Guardiola. Los 92 puntos logrados por el Madrid de la Liga 1996-1997, aquel que dirigía Fabio Capello, ya son pasado. También es inservible la plusmarca de puntos en la primera vuelta establecido por los blancos en 1961. O aquel que iguala las 31 victorias totales de la campaña 2009-10 que los dos 'grandes' comparten. Y el de goles. Los 107 pueden acabar siendo pocos
Pero si como equipo es una máquina de triturar, los jugadores están logrando a nivel individual cantidades que ni se imaginaban. Messi se está ventilando el catálogo establecido por maestros como Cruyff, Pelé o el propio Di Stéfano. Es probable que exista un antes y un después del canterano azulgrana. Seguro. Xavi, por si acaso, ya se ha apropiado de la plusmarca de partidos con el Barça. Con Pep en el banquillo, otros jugadores han explotado. Pedro, con 42 goles en 101 partidos, es un ejemplo. Iniesta también, Alves...
Fuente:www.fcbarcelona.com
En este sentido y sabiendo que "es de las salidas más fuertes que nos queda", Pep Guardiola sabe que "todavía queda mucha Liga y la distancia es muy corta, insignificante". Por eso el partido contra el Hércules lo plantea con la máxima concentración, ya que "dar un paso adelante nos reforzará". 
Pep Guardiola ha vuelto a elogiar el comportamiento de Seydou Keita. "La imagen de este equipo es Keita". Y es que para el técnico, que reconoce que le da pocos minutos, este jugador "demuestra su generosidad en todo". Y añade: "Espero que sea la imagen que nos pueda guiar de aquí a final de temporada". Lo cierto es que para Guardiola Keita asume su papel de manera excelente: "Cuando en equipo los suplentes aceptan con normalidad su rol, el equipo al final llega lejos". 
Después de todos los momentos vividos, el viaje de regreso a Barcelona fue una auténtica fiesta. La delegación culé se dividiría en dos aviones: directivos e invitados, por un lado, y los jugadores y sus familiares, por la otra. En este segundo, todas las miradas estaban puestas hacia Leo Messi. Y el argentino no dudó en tener un recuerdo para sus compañeros. "Quiero brindar por Xavi e Iniesta, que aunque he ganado el premio yo, ellos lo merecen igual o más. Así que es para ellos", manifestó el '10' desde su asiento, entre aplausos. 
Iniesta y Xavi, que ocupaban las filas posteriores, recibieron con una sonrisa y agradecimiento las palabras del doble Balón de Oro. Los tres se fotografiaron para celebrar el éxito del Barça y a continuación se les unieron los otros tres azulgrana presentes en Zúrich. El avión de los ganadores aterrizaría en el aeropuerto de El Prat poco antes de la medianoche con unos expedicionarios que radiaban felicidad. 
De hecho, el riesgo de quedar eliminado es evidente. Una derrota por la mínima ya tumbaría a los azulgranas. Guardiola reconoce que es una "posibilidad", pero que no se valorará hasta que se produzca. "A las 10 de la noche intentaremos clasificarnos. A las 12 veremos qué ha pasado", ha afirmado. 
Guardiola, que ha avanzado que el portero titular en San Mamés será Pinto, ha reconocido que el equipo no ha pensado en ningún momento en el partido de vuelta de los octavos de hace un año, cuando el Barça ganó en Sevilla pero quedó eliminado (0-1). "Es una eliminatoria que está olvidada", ha asegurado. También dejó claro que el 1-3 logrado en Bilbao en el partido de Liga de septiembre "no sirve de nada". Será un partido diferente a los dos. Mentalidad Pep: habrá que volver a trabajar una nueva victoria. 
